Page 125 - Medicamentos fantásticos
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estando el Cielo sereno, y ellas sazonadas y maduras, como lo están las más
en verano.196

Para entender la mentalidad barroca respecto a la naturaleza y la
terapéutica farmacológica, es muy significativa la defensa que hace de Juan
Bautista Porta y su Pythognomonica, en donde se muestra partidario del
empleo de las plantas por sus similitudes formales con diversas partes del
cuerpo humano. Esto no le parece supersticioso, ni pecaminoso.

Así recomienda los limones, que aluden y conciernen al corazón, para
curar y preservar de las fiebres malignas.

Lo de los astros le parece mal, pero esta mágica similitud la
considera textualmente divina: y que criase Dios Nuestro Señor estas
naturalezas, con tanta diversidad de virtudes, y propiedades para nuestro
uso, es tan cierto, claro, y llano, que no habrá quien lo ignore, y fuera en
balde esta gracia, y casi imposible su uso, si nos fueran ocultas, y no hubiere
modo de penetrarlas, ni entenderlas y así fue arte divino manifestárnoslas
con alguna cifra proporcionada, y cual más a propósito que por la semejanza
y símbolos.197

Es decir, la influencia astral, con todas las implicaciones religiosas a
que hice referencia, la considera peligrosa, supersticiosa y pecado; ahora
bien, esa forma de magia simbólica, ofrecida por Juan Bautista Porta, se le
presenta como obra del mismísimo Ser Supremo y Creador.

Quien no cojeaba en algún aspecto de la visión esotérica de la
naturaleza, renqueaba en otro. La astrología le producía mucha inquietud
por los posibles tropezones con la ortodoxia religiosa. Para su adhesión a la
teoría de las signaturas, sin embargo, se apoyaba en la obra del jesuita Juan

196 Tomas de MURILLO, Tratado de raras y peregrinas hierbas, op., cit., pág. 36.
197 Tomas de MURILLO, Tratado de raras y peregrinas hierbas, op., cit., pág. 38.

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