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conceptos básicos, la idea filosófica de la elementalidad, de modo que alcanzaron la
condición de 'elementos' ('partículas elementales'), también en la Física, los
denominados 'elementos químicos', pero éstos perdieron su carácter básico al
'descubrirse' el átomo -materia con estructura y divisible-. Así los 'elementos
químicos' fueron destituidos de su carácter 'elemental' definitivamente en el
primer tercio del siglo XX por las entonces nuevas 'partículas elementales' protón,
neutrón y electrón, cuyo reinado como tales, por otra parte, fue efímero, siendo a
su vez relevados por un complejo e inacabado sistema de otras más nuevas
'partículas elementales' que se organizan -con nítida consistencia de pretensión-
en el denominado, y en construcción y adecuación a los sucesivos descubrimientos,
'modelo estándar'. Interesa destacar que, sin embargo, el ámbito de la Química se
ha mantenido fiel a la denominación fijada mientras se elaboraba el sistema
periódico de los entonces 'elementos', básicamente a lo largo del siglo XIX, que hoy
conocemos como elementos químicos. Éstos se miran desde la física bajo la
consideración de átomos. En síntesis histórica: la Química ha optado por conservar
el nombre primitivo haciendo honor a su historia. Por otra parte, de manera
análoga, también ha conservado la denominación tradicional de 'peso atómico', sin
hacer caso al eminente químico español Tomás Batuecas Marugán (1893-1972) en
sus manifestaciones y peticiones a la Internacional Union of Pure and Applied
Chemistry (IUPAQ), principalmente desde su condición de presidente de la
Internacional Atomic Weights Commission (1960-63). La IUPAQ viene
manteniendo firmemente la expresión 'peso atómico' en lugar de asumir la
formalmente más correcta de 'masa atómica' que con tanta insistencia defendió el
químico español.

La descripción que se hace de los elementos químicos en esta importante
obra que prologamos ofrece dos características singulares primordiales. Primera,
una presentación histórico-cosmológica, en la línea de la evolución del Universo,
mostrando la aparición de los elementos 'naturales' en el Cosmos y la de los
'artificiales' generados por el hombre en la Tierra. Segunda, una presentación de
proximidad, con un lenguaje ameno y a veces popular, fácilmente inteligible, que
aproxima al lector a la naturaleza práctica de cada uno de ellos, de modo que invita
a encariñarse con algunos y a distanciarse afectivamente de otros.

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