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español Xavier Zubiri (1898-1983), consecuencia de la respectividad intrínseca de
las notas caracterizadoras de la estructura en lo que se refiere al Universo: "El
TODO lo que existe", como nos gusta caracterizarlo. Y también consecuencia de la
respectividad extrínseca de las realidades singulares, por ejemplo los átomos y
moléculas en sus relaciones, que son notas del Universo.

La presentación de un libro de Química escrito por un químico español, nos
impele a escribir unas notas acerca de la Química española, tan denostada por
bastantes, pero de la que debe recordarse lo poco pero bueno, muy bueno, que ha
destacado. No desaprovechamos la ocasión para hacer patria de aquello que
merece recordarse especialmente. Entre los elementos químicos existen tres que
fueron descubiertos, según se acepta internacionalmente, por españoles que
merecen nuestro reconocimiento y citación: Antonio de Ulloa (1716-1795), por el
platino; los hermanos Juan José (1754-1796) y Fausto Elhuyar (1755-1833), por el
wolframio; y Andrés del Río (1764-1849), por el vanadio (denominado por él
eritronio y que debió denominarse rionio). Por lo que respecta a la organización de
los elementos químicos en sistema conjunto organizado, el sistema o tabla
periódica, debemos recordar los intentos de nuestros químicos en el primer tercio
del siglo XX, Ángel del Campo (1881-1944) y Miguel Catalán (1894-1957), de
confeccionar estos sistemas con caracteres novedosos. Asimismo, merecedores de
recuerdo son también Enrique Moles (1883-1953) en sus precisiones de 'pesos
atómicos' y Tomás Batuecas, como hemos referido, en sus denodados y baldíos
esfuerzos en pro del uso por los químicos de la noción más apropiada de 'masa
atómica' sobre la de 'peso atómico'. No obstante, puede reiterarse, el mundo de la
Química permanece fiel a las denominaciones históricas tradicionales de
'elementos químicos' y de 'pesos atómicos'.

Una característica más se destaca en esta obra del doctor Doadrio durante
su "viaje cósmico". El autor se presenta como creyente en un Creador, que en la
tradición occidental se basa en la visión laica de Platón (427-347 a.C.) y en la
judeocristiana que se construye teológicamente en el siglo IV tras los Concilios
ecuménicos de Nicea I (325) y Constantinopla I (381) con el concierto singular de
Agustín de Tagaste (354-430). El Big Bang no sabemos científicamente en qué
consistió aunque sí creemos conocer adecuadamente lo que emergió de él. Y más

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