Page 16 - A. Doadrio: Quimica Inorganica
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Los
elementos
siderófilos
son
los
afines
al
hierro,
al
que
están
unidos
por
enlaces
metálicos,
y
que
por
su
elevada
densidad
se
acumularon
en
el
núcleo
por
gravedad.
De
hecho,
son
los
que
formaron
la
capa
densa
del
núcleo
interno,
donde
las
presiones
son
lo
suficientemente
altas
para
mantener
al
hierro
en
estado
sólido.
Los
elementos
litófilos
son
afines
al
oxígeno.
Entre
ellos,
hay
metales
muy
reactivos
y
no
metales
también
reactivos,
que
o
bien
forman
iones
estables
o
se
unen
al
oxígeno
por
enlaces
fuertes
constituyendo
redes
tridimensionales
y
de
esta
manera,
se
constituyeron
mayoritariamente
en
forma
de
silicatos;
algunos
también
forman
hidruros.
No
se
hunden
en
el
núcleo
y
se
encuentran
en
la
superficie
o
cerca
de
ella
(manto
superior)
y
en
los
océanos
en
forma
soluble.
Así,
los
más
litófilos
se
enriquecen
en
la
corteza
terrestre,
con
respecto
a
su
abundancia
en
el
sistema
solar.
Los
calcófilos
son
especialmente
afines
por
el
azufre,
al
que
se
unen
por
enlace
covalente
y
forman
los
minerales
sulfurados.
Su
comportamieto
químico
es
intermedio
entre
los
dos
anteriores.
Así,
son
menos
oxidables
que
el
Fe2+;
son
más
electronegativos
que
los
litófilos
y
sus
volúmenes
atómicos
son
pequeños.
Se
concentran
en
el
núcleo
externo
y
manto
inferior.
Los
calcófilos,
como
cobre,
plata,
plomo
y
mercurio,
se
pueden
presentar
nativos
en
ambientes
carentes
de
azufre.
Los
elementos
litófilos
tienen
potenciales
de
reducción
más
negativos
que
los
calcófilos
y
éstos
más
que
los
siderófilos.
Los
elementos
atmósfilos,
se
encuentran
preferentemente
en
la
atmósfera.
El
carbono
se
clasifica
como
atmósfilo
por
su
capacidad
de
formar
fuertes
enlaces
con
el
oxígeno,
dando
lugar
al
dióxido
de
carbono,
que
es
la
cuarta
sustancia
en
abundancia
en
la
atmósfera.
El
hidrógeno,
también
se
puede
clasificar
como
atmósfilo
por
la
formación
de
vapor
de
agua.
Puesto
que
son
gases
o
forman
hidruros
volátiles
(el
agua
se
clasifica
como
volátil),
la
Tierra
está
empobrecida
en
estos
elementos
con
respecto
a
su
abundancia
en
el
universo,
ya
que
se
perdieron
durante
la
formación
de
la
Tierra.
Así,
los
seis
elementos
más
abundantes
en
el
universo
son:
H,
He,
O,
C,
Ne
y
Fe,
mientras
que
en
la
corteza
terrestre,
lo
son:
O,
Si,
Al,
Fe,
Ca
y
Mg.
Para
determinar
la
abundancia
relativa
de
los
elementos
en
el
universo
se
recurre
a
estudios
espectroscópicos,
aunque
resulta
más
sencillo
calcular
la
relación
en
la
que
se
encuentran
con
respecto
a
otro.
Generalmente,
se
expresa
porcentualmente
con
respecto
a
la
composición
total
de
la
corteza
terrestre,
atmósfera,
cuerpo
humano,
océanos,
etc.
16|
CAPÍTULO
1:
LOS
ELEMENTOS
elementos
siderófilos
son
los
afines
al
hierro,
al
que
están
unidos
por
enlaces
metálicos,
y
que
por
su
elevada
densidad
se
acumularon
en
el
núcleo
por
gravedad.
De
hecho,
son
los
que
formaron
la
capa
densa
del
núcleo
interno,
donde
las
presiones
son
lo
suficientemente
altas
para
mantener
al
hierro
en
estado
sólido.
Los
elementos
litófilos
son
afines
al
oxígeno.
Entre
ellos,
hay
metales
muy
reactivos
y
no
metales
también
reactivos,
que
o
bien
forman
iones
estables
o
se
unen
al
oxígeno
por
enlaces
fuertes
constituyendo
redes
tridimensionales
y
de
esta
manera,
se
constituyeron
mayoritariamente
en
forma
de
silicatos;
algunos
también
forman
hidruros.
No
se
hunden
en
el
núcleo
y
se
encuentran
en
la
superficie
o
cerca
de
ella
(manto
superior)
y
en
los
océanos
en
forma
soluble.
Así,
los
más
litófilos
se
enriquecen
en
la
corteza
terrestre,
con
respecto
a
su
abundancia
en
el
sistema
solar.
Los
calcófilos
son
especialmente
afines
por
el
azufre,
al
que
se
unen
por
enlace
covalente
y
forman
los
minerales
sulfurados.
Su
comportamieto
químico
es
intermedio
entre
los
dos
anteriores.
Así,
son
menos
oxidables
que
el
Fe2+;
son
más
electronegativos
que
los
litófilos
y
sus
volúmenes
atómicos
son
pequeños.
Se
concentran
en
el
núcleo
externo
y
manto
inferior.
Los
calcófilos,
como
cobre,
plata,
plomo
y
mercurio,
se
pueden
presentar
nativos
en
ambientes
carentes
de
azufre.
Los
elementos
litófilos
tienen
potenciales
de
reducción
más
negativos
que
los
calcófilos
y
éstos
más
que
los
siderófilos.
Los
elementos
atmósfilos,
se
encuentran
preferentemente
en
la
atmósfera.
El
carbono
se
clasifica
como
atmósfilo
por
su
capacidad
de
formar
fuertes
enlaces
con
el
oxígeno,
dando
lugar
al
dióxido
de
carbono,
que
es
la
cuarta
sustancia
en
abundancia
en
la
atmósfera.
El
hidrógeno,
también
se
puede
clasificar
como
atmósfilo
por
la
formación
de
vapor
de
agua.
Puesto
que
son
gases
o
forman
hidruros
volátiles
(el
agua
se
clasifica
como
volátil),
la
Tierra
está
empobrecida
en
estos
elementos
con
respecto
a
su
abundancia
en
el
universo,
ya
que
se
perdieron
durante
la
formación
de
la
Tierra.
Así,
los
seis
elementos
más
abundantes
en
el
universo
son:
H,
He,
O,
C,
Ne
y
Fe,
mientras
que
en
la
corteza
terrestre,
lo
son:
O,
Si,
Al,
Fe,
Ca
y
Mg.
Para
determinar
la
abundancia
relativa
de
los
elementos
en
el
universo
se
recurre
a
estudios
espectroscópicos,
aunque
resulta
más
sencillo
calcular
la
relación
en
la
que
se
encuentran
con
respecto
a
otro.
Generalmente,
se
expresa
porcentualmente
con
respecto
a
la
composición
total
de
la
corteza
terrestre,
atmósfera,
cuerpo
humano,
océanos,
etc.
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CAPÍTULO
1:
LOS
ELEMENTOS