Page 58 - Anales RADE vol I n 1
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Figura 30. Capilla castrense de la Ciudadela, en Barcelona.
Dice Kubler que “Barcelona fue lenta en aceptar la imposición académica” y
así es, porque aparte de los edificios de la Ciudadela, los que se hicieron para usos
civiles por entonces tenían todavía la huella rococó de clara raigambre levantina,
como el Palacio de la Virreina (Figura 31), construido en la década 1770-89. Y la
primera muestra realmente neoclásica que existe en la capital catalana es la iglesia
de la Barceloneta, edificada en 1750 sobre un proyecto de un foráneo: Pedro
Martín Cerdeño, ingeniero militar de gran formación arquitectónica procedente de
la escuela gallega. Y a él se debe también el proyecto de la Nueva Lonja del Mar
(Figura 32). Este edificio es una ampliación del viejo mercado cuatrocentista de
Barcelona; de gran empaque monumental, posee todos los elementos que
corresponden al más estricto neoclasicismo, basado en dos alturas con órdenes
clásicos y presidido en su fachada Norte por un frontis jónico tetrástilo coronado
por un frontón. Pocos edificios más se pueden añadir a la nómina del
neoclasicismo en Cataluña.
Juan Gómez y González de la Buelga|58
Dice Kubler que “Barcelona fue lenta en aceptar la imposición académica” y
así es, porque aparte de los edificios de la Ciudadela, los que se hicieron para usos
civiles por entonces tenían todavía la huella rococó de clara raigambre levantina,
como el Palacio de la Virreina (Figura 31), construido en la década 1770-89. Y la
primera muestra realmente neoclásica que existe en la capital catalana es la iglesia
de la Barceloneta, edificada en 1750 sobre un proyecto de un foráneo: Pedro
Martín Cerdeño, ingeniero militar de gran formación arquitectónica procedente de
la escuela gallega. Y a él se debe también el proyecto de la Nueva Lonja del Mar
(Figura 32). Este edificio es una ampliación del viejo mercado cuatrocentista de
Barcelona; de gran empaque monumental, posee todos los elementos que
corresponden al más estricto neoclasicismo, basado en dos alturas con órdenes
clásicos y presidido en su fachada Norte por un frontis jónico tetrástilo coronado
por un frontón. Pocos edificios más se pueden añadir a la nómina del
neoclasicismo en Cataluña.
Juan Gómez y González de la Buelga|58