J. R. Lacadena, F. J. Rubia, J. Pintor
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inestables tras 3 o 6 horas. Y estos animales con espacios de lugar inestables no
son capaces de aprender una tarea de memoria espacial. Si por el contrario el
animal presta atención, entonces los campos de lugar son estables durante varios
días.
Figura 12.
Los mecanismos de atención dependen de la corteza prefrontal y del
sistema modulador dopaminérgico. La memoria a largo plazo de los campos de
lugar requiere la atención del animal a su entorno, de la misma manera que
también se requiere en humanos para la memoria explícita.
Después de estos hallazgos se entiende por qué las lesiones del hipocampo
producen deficiencias de las memorias con contenido espacial, sobre todo la
llamada memoria “navegacional”. Esta navegación espacial u orientación en el
espacio exterior es importante para toda una serie de funciones, como la búsqueda
de alimentos, la huida a un lugar seguro, la conducta parental y reproductiva o el
regreso al nido o madriguera.
Existen dos tipos de navegación en nuestras experiencias diarias. Una es la
ruta que seguimos cuando nos levantamos para ir a beber algo durante la
publicidad en la televisión, esto es, siguiendo una ruta muy conocida. La otra es el
tipo de navegación que hacemos cuando conducimos un automóvil desde el trabajo
a casa y tenemos que sortear, por ejemplo, una nueva construcción o una
desviación del tráfico. El primer tipo depende, como habilidad motora bien
establecida, de los ganglios basales y del cerebelo, mientras que el segundo implica
al hipocampo.