Page 97 - REAL ACADEMIA DE DOCTORES DE ESPAÑA
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que sigue a las explosiones nucleares. Se acumula en huesos y desde allí irradia,
produciendo leucemia.
Al lado contrario de la tabla periódica, nos encontramos con los
denominados halógenos. Todos ellos muy populares. ¿Quién no conoce al flúor,
cloro, bromo o al yodo?
El flúor actúa como catalizador en la formación de nuestros huesos y
dientes, así como en su reparación. Por ello, se añade a las pastas de dientes en
forma habitual de NaF. Pero necesitamos muy poca cantidad de fluoruro para
realizar este proceso. Sin embargo, últimamente ha aparecido una “fiebre del flúor”
y se adiciona no solo a las pastas de dientes, sino también a los elixires de
enjuagues dentales, aguas de bebidas e incluso a ciertas soluciones de tratamientos
dentales. Parece que el flúor es la panacea para protegernos de todos los
problemas dentales. Pues bien, además de no ser cierto, en concentraciones
elevadas produce el efecto contrario, con manchas irrecuperables en los dientes y
otros efectos tóxicos: la fluorosis.
El flúor, es un gas tan reactivo, que si se sopla una corriente de él hacia
cualquier objeto, arderá en llamas. Y esto incluye a objetos considerados
ininflamables, como el vidrio.
El cloro, otro gas, puede ser Mr. Hyde o el Dr. Jekyll; tiene dos caras. La
inhalación de cloro puede ser mortal; se utilizó como gas de guerra, pero también
es el más eficaz desinfectante de aguas de bebida y piscinas que se conoce. Fue el
primer gas usado como arma química, lo que sucedió en la Primera Guerra
Mundial; lo que por otra parte, sirvió para demostrar su ineficacia, porque
dependiendo de las condiciones atmosféricas, podía ser inútil, por ejemplo, con
fuerte lluvia, o peor aún, si el viento soplaba hacia la dirección de tu ejército,
gaseabas a tus propios soldados. Ni fiable ni recomendable.
El bromo, se puede encontrar en los pijamas de los niños, porque se añade
tetrabromobifenol a los pijamas de fibra sintética, para que sean más resistente al
fuego. También, se adicionan a ciertos plásticos por el mismo motivo.
Capítulo 10: Los elementos químicos en la Tierra|97
produciendo leucemia.
Al lado contrario de la tabla periódica, nos encontramos con los
denominados halógenos. Todos ellos muy populares. ¿Quién no conoce al flúor,
cloro, bromo o al yodo?
El flúor actúa como catalizador en la formación de nuestros huesos y
dientes, así como en su reparación. Por ello, se añade a las pastas de dientes en
forma habitual de NaF. Pero necesitamos muy poca cantidad de fluoruro para
realizar este proceso. Sin embargo, últimamente ha aparecido una “fiebre del flúor”
y se adiciona no solo a las pastas de dientes, sino también a los elixires de
enjuagues dentales, aguas de bebidas e incluso a ciertas soluciones de tratamientos
dentales. Parece que el flúor es la panacea para protegernos de todos los
problemas dentales. Pues bien, además de no ser cierto, en concentraciones
elevadas produce el efecto contrario, con manchas irrecuperables en los dientes y
otros efectos tóxicos: la fluorosis.
El flúor, es un gas tan reactivo, que si se sopla una corriente de él hacia
cualquier objeto, arderá en llamas. Y esto incluye a objetos considerados
ininflamables, como el vidrio.
El cloro, otro gas, puede ser Mr. Hyde o el Dr. Jekyll; tiene dos caras. La
inhalación de cloro puede ser mortal; se utilizó como gas de guerra, pero también
es el más eficaz desinfectante de aguas de bebida y piscinas que se conoce. Fue el
primer gas usado como arma química, lo que sucedió en la Primera Guerra
Mundial; lo que por otra parte, sirvió para demostrar su ineficacia, porque
dependiendo de las condiciones atmosféricas, podía ser inútil, por ejemplo, con
fuerte lluvia, o peor aún, si el viento soplaba hacia la dirección de tu ejército,
gaseabas a tus propios soldados. Ni fiable ni recomendable.
El bromo, se puede encontrar en los pijamas de los niños, porque se añade
tetrabromobifenol a los pijamas de fibra sintética, para que sean más resistente al
fuego. También, se adicionan a ciertos plásticos por el mismo motivo.
Capítulo 10: Los elementos químicos en la Tierra|97