Page 63 - Medicamentos fantásticos
P. 63
calentar en tercero. Para él, confortan los miembros principales, sirven
contra las pasiones frías, aprietan el vientre, confortan la virtud digestiva –
según Galeno, el estómago y el hígado- y dan buen olor. Los recomienda
para guisar alimentos fríos y húmedos, pero en poca cantidad para evitar el
amargor. Deben darse a los fríos y flemáticos en invierno, atravesando
lenguas de vaca, en sus ubres y en el hígado de ternera. Son buenos para
poner conserva de peras, membrillos o duraznos; entraba así a formar
parte de una alimentación considerada sana, a medio camino entre el
alimento –que no modifica la naturaleza del individuo- y el medicamento –
que modifica la naturaleza del individuo a consecuencia de sus cualidades.-

En el siglo XVII el clínico inglés Thomas Sydenham (1624-1689) lo
hizo formar parte de su famoso láudano de Sydenham, una forma
farmacéutica cuyo principal componente era el opio, en donde el clavo
entraba en su condición de aromatizador y emoliente, junto a otros simples
aromáticos, diluidos en forma de tintura vinosa. La famosísima fórmula se
mantuvo en las farmacopeas hasta el siglo XX, cuando comenzaron a
hacerse operativos los convenios restrictivos sobre el opio.

El fresno

Dioscórides55 recomienda emplastos de sus hojas para socorrer a Figura 46. Fresno, Hortus
los mordidos de víbora. El efecto se aumentaría si se sacara el zumo de las sanitatis, vel Tractatus de
mismas y lo bebieran. herbis et plantis, de
animalibus ómnibus et de
Laguna se hace eco de la opinión de Plinio. Según el enciclopedista lapidibus…Argentinae:
romano sus hojas darían muerte a los animales no rumiantes. Eso lo dijo Johannes Pruess, ca. 1497.
Teofrasto de las del Tejo, con lo cual anota una supuesta nueva
equivocación al publicista romano.

54 Francisco NUÑEZ, Regimiento y aviso de sanidad, que trata de todos los géneros de
alimentos y del regimiento della, Medina del Campo: Francisco del Canto, 1585, pág. 306.
55 Andrés LAGUNA, Pedacio DIOSCÓRIDES, Materia médica op., cit., libr. I, cap. LXXXVIII.

63
   58   59   60   61   62   63   64   65   66   67   68