Page 136 - Medicamentos fantásticos
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infantes de ojos garzos, se les tornan las niñas negras. En cualquier caso
una curiosa propiedad cuyas utilidades se me escapan.

Durante el Renacimiento, Andrés Laguna las considera térreas, por
tanto frías y secas. Explica como “las buenas viejas” preparan un hormigo u
hormiguillo para asentar el estómago y confortar la cabeza; se hacía con
avellanas tostadas, bien machacadas, mezcladas con pan rallado y miel.

Francisco Nuñez de Oria,219 las considera buenas, y de buen
nutrimento. De naturaleza caliente y seca, para él engendran cólera,
ventosidad en las tripas y dolor de cabeza.

Con agua miel las aconseja en las afecciones del pecho; con miel
para evitar la tos antigua. Son excelentes contra veneno y contra
mordeduras de reptiles, sobre todo comidas junto a ruda e higos.

El avellano está dedicado a las bodas y cuando abundan las
avellanas se celebran con gran frecuencia.

En el Thesoro de los pobres220 se recomienda comer avellanas
tostadas, cuando se van a acostar, los que se mean de noche en la cama,
junto a otros remedios aún más peregrinos.

Gabriel Alonso de Herrera221, incide en idénticas utilidades, si bien
la mezcla de avellanas, ruda e higos, además de aconsejarla para las
mordeduras de serpientes y escorpiones, la considera un buen preventivo
en tiempos de peste, cuando andan los aires corruptos.

Bellotas

Son los frutos de la encina (Quercus ilex L.), árbol característico de la
región mediterránea. La bellota ha sido y es excelente montanera para el
ganado de cerda. En algunos lugares se comen como las castañas. En

219 Francisco NUÑEZ DE ORIA, Regimiento y Aviso de Sanidad…op., cit., págs. 249v-250v.
220 Libro de Medicina llamado Thesoro de pobres…op., cit., pág. 40v.
221 Gabriel ALONSO DE HERRERA, Libro de Agricultura…op., cit., Libro III, fol. LXIX.

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