Page 78 - REAL ACADEMIA DE DOCTORES DE ESPAÑA
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La clasificación no es excluyente. Un elemento no tiene que pertenecer
necesariamente solo a un determinado grupo, pero lo es de una forma preferente.
Los elementos siderófilos son los afines al hierro, al que están unidos por
enlaces metálicos, y que por su elevada densidad se acumularon en el núcleo por
gravedad. De hecho, son los que formaron la capa densa del núcleo interno, donde
las presiones son lo suficientemente altas como para mantener al hierro en estado
sólido. Se sitúan alrededor del hierro en la tabla periódica; son: Co; Ni, Mo, Ru, Rh,
Pd, Re, Os, Ir, Pt y Au.
Los elementos litófilos, que son la mayoría de los elementos naturales de la
tabla periódica, son los afines al oxígeno. Entre ellos, hay metales muy reactivos y
no metales también reactivos, que o bien forman iones estables o se unen al
oxígeno por enlaces fuertes constituyendo redes tridimensionales y de esta
manera, se constituyeron mayoritariamente en forma de silicatos; algunos también
forman hidruros. No se hunden en el núcleo; se encuentran en la superficie o cerca
de ella (manto superior) y en los océanos en forma soluble. Así, los más litófilos se
enriquecen en la corteza terrestre, con respecto a su abundancia en el sistema
solar.
Los calcófilos son especialmente afines por el azufre, al que se unen por
enlace covalente y forman los minerales sulfurados. Su comportamiento químico
es intermedio entre los dos anteriores. Así, son menos oxidables que el Fe2+; son
más electronegativos que los litófilos y sus volúmenes atómicos son pequeños. Se
concentran en el núcleo externo y manto inferior. Los calcófilos, como el cobre,
plata, plomo y mercurio, se pueden presentar sin combinar en ambientes carentes
de azufre.
Los elementos litófilos tienen potenciales de reducción más negativos que
los calcófilos y éstos más que los siderófilos.
Los elementos atmósfilos, se encuentran preferentemente en la atmósfera.
El carbono se clasifica como atmósfilo por su capacidad de formar enlaces con el
oxígeno, dando lugar al dióxido de carbono, que es la cuarta sustancia en
abundancia en la atmósfera. El hidrógeno, también se puede clasificar como
atmósfilo por la formación de vapor de agua. Puesto que es un gas o constituye
78|Capítulo 10: Los elementos químicos en la Tierra
necesariamente solo a un determinado grupo, pero lo es de una forma preferente.
Los elementos siderófilos son los afines al hierro, al que están unidos por
enlaces metálicos, y que por su elevada densidad se acumularon en el núcleo por
gravedad. De hecho, son los que formaron la capa densa del núcleo interno, donde
las presiones son lo suficientemente altas como para mantener al hierro en estado
sólido. Se sitúan alrededor del hierro en la tabla periódica; son: Co; Ni, Mo, Ru, Rh,
Pd, Re, Os, Ir, Pt y Au.
Los elementos litófilos, que son la mayoría de los elementos naturales de la
tabla periódica, son los afines al oxígeno. Entre ellos, hay metales muy reactivos y
no metales también reactivos, que o bien forman iones estables o se unen al
oxígeno por enlaces fuertes constituyendo redes tridimensionales y de esta
manera, se constituyeron mayoritariamente en forma de silicatos; algunos también
forman hidruros. No se hunden en el núcleo; se encuentran en la superficie o cerca
de ella (manto superior) y en los océanos en forma soluble. Así, los más litófilos se
enriquecen en la corteza terrestre, con respecto a su abundancia en el sistema
solar.
Los calcófilos son especialmente afines por el azufre, al que se unen por
enlace covalente y forman los minerales sulfurados. Su comportamiento químico
es intermedio entre los dos anteriores. Así, son menos oxidables que el Fe2+; son
más electronegativos que los litófilos y sus volúmenes atómicos son pequeños. Se
concentran en el núcleo externo y manto inferior. Los calcófilos, como el cobre,
plata, plomo y mercurio, se pueden presentar sin combinar en ambientes carentes
de azufre.
Los elementos litófilos tienen potenciales de reducción más negativos que
los calcófilos y éstos más que los siderófilos.
Los elementos atmósfilos, se encuentran preferentemente en la atmósfera.
El carbono se clasifica como atmósfilo por su capacidad de formar enlaces con el
oxígeno, dando lugar al dióxido de carbono, que es la cuarta sustancia en
abundancia en la atmósfera. El hidrógeno, también se puede clasificar como
atmósfilo por la formación de vapor de agua. Puesto que es un gas o constituye
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