Page 15 - Anales RADE vol I n 1
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La hiperglucemia crónica está asociada con el deterioro, disfunción y fallo
de varios órganos: ojos, riñón, nervios, corazón y vasos sanguíneos. Después de
años de controversia en los criterios diagnósticos de la diabetes, se ha llegado a un
consenso entre las diferentes sociedades científicas (AMERICAN DIABETES
ASSOCIATION, 2012). El diagnóstico de la enfermedad se establece de acuerdo con
una de las cuatro situaciones siguientes:
— Glucemia en ayunas mayor de 126 mg/dl (7 mmol/l) en dos ocasiones.
— Glucemia al azar mayor de 200 mg/dl (11,1 mmol/l) en presencia de
síntomas de hiperglucemia.
— Hemoglobina glicosilada (HbA1c) mayor de 6,5%.
— Glucemia a las dos horas de la prueba de sobrecarga oral de glucosa (test de
tolerancia oral a la glucosa, 75 gramos de glucosa oral) mayor de 200 mg/dl
(11,1 mmol/l).
El cambio más reciente ha sido el de incluir la cifra de hemoglobina
glicosilada, que previamente se utilizaba sólo como parámetro de control
metabólico, como medida diagnóstica, cuando sobrepasa el valor de 6,5%. Otra
diferencia es la de bajar el nivel con el que se diagnostica la glucemia en ayunas, de
140 mg/dl a 126 mg/dl. En la práctica clínica, el diagnóstico de la diabetes mellitus
tipo 2 (DM2) se establece tras la detección de una hiperglucemia en ayunas
realizada tras analítica rutinaria, que se confirma en una segunda extracción, en
general completada con la determinación de la hemoglobina glicosilada (POMBO et
al., 2013).
Las clasificaciones típicas de la diabetes diferencian dos tipos principales de
diabetes mellitus: la tipo I o diabetes mellitus insulino-dependiente y la tipo II o
diabetes mellitus no insulino-dependiente.
La diabetes tipo 2 se debe a una combinación de resistencia periférica a la
acción de la insulina y una respuesta secretora inadecuada de las células ß
pancreáticas. Constituye, aproximadamente, el 80-90% de los casos de diabetes y
existe una variedad de causas monogénicas y secundarias responsables de los
restantes casos. Aunque los dos tipos principales de diabetes obedecen a
mecanismos patogénicos completamente diferentes, las complicaciones a largo
plazo en riñones, ojos, nervios y vasos sanguíneos son similares y constituyen las
causas principales de morbilidad y muerte.
La diabetes mellitus tipo 1 (DM1) se presenta en personas delgadas, que
sufren de forma aguda síntomas de diabetes, y presentan cetosis y pérdida de peso
importante. Precisan la administración de insulina para sobrevivir. Suele iniciarse
antes de los treinta años, pero puede aparecer a cualquier edad. En el 90% de los
casos, presenta marcadores autoinmunes órgano-específicos, como los anticuerpos
frente a la decarboxilasa del ácido glutámico (anti-GAD), anticuerpos frente a los
islotes pancreáticos (ICA) u otros.
3.2. Tratamiento periodental y su influencia en la diabetes
Se ha intentado demostrar el efecto que tiene el tratamiento periodontal
sobre el control de la diabetes mellitus, y parece existir una buena evidencia que
sostiene esta hipótesis, ya que se han realizado estudios que muestran una mejora
tanto en los parámetros clínicos e inmunológicos de la periodontitis como en el
15| Medicina periodontal: una interrelación entre la cavidad bucal y el organismo general
de varios órganos: ojos, riñón, nervios, corazón y vasos sanguíneos. Después de
años de controversia en los criterios diagnósticos de la diabetes, se ha llegado a un
consenso entre las diferentes sociedades científicas (AMERICAN DIABETES
ASSOCIATION, 2012). El diagnóstico de la enfermedad se establece de acuerdo con
una de las cuatro situaciones siguientes:
— Glucemia en ayunas mayor de 126 mg/dl (7 mmol/l) en dos ocasiones.
— Glucemia al azar mayor de 200 mg/dl (11,1 mmol/l) en presencia de
síntomas de hiperglucemia.
— Hemoglobina glicosilada (HbA1c) mayor de 6,5%.
— Glucemia a las dos horas de la prueba de sobrecarga oral de glucosa (test de
tolerancia oral a la glucosa, 75 gramos de glucosa oral) mayor de 200 mg/dl
(11,1 mmol/l).
El cambio más reciente ha sido el de incluir la cifra de hemoglobina
glicosilada, que previamente se utilizaba sólo como parámetro de control
metabólico, como medida diagnóstica, cuando sobrepasa el valor de 6,5%. Otra
diferencia es la de bajar el nivel con el que se diagnostica la glucemia en ayunas, de
140 mg/dl a 126 mg/dl. En la práctica clínica, el diagnóstico de la diabetes mellitus
tipo 2 (DM2) se establece tras la detección de una hiperglucemia en ayunas
realizada tras analítica rutinaria, que se confirma en una segunda extracción, en
general completada con la determinación de la hemoglobina glicosilada (POMBO et
al., 2013).
Las clasificaciones típicas de la diabetes diferencian dos tipos principales de
diabetes mellitus: la tipo I o diabetes mellitus insulino-dependiente y la tipo II o
diabetes mellitus no insulino-dependiente.
La diabetes tipo 2 se debe a una combinación de resistencia periférica a la
acción de la insulina y una respuesta secretora inadecuada de las células ß
pancreáticas. Constituye, aproximadamente, el 80-90% de los casos de diabetes y
existe una variedad de causas monogénicas y secundarias responsables de los
restantes casos. Aunque los dos tipos principales de diabetes obedecen a
mecanismos patogénicos completamente diferentes, las complicaciones a largo
plazo en riñones, ojos, nervios y vasos sanguíneos son similares y constituyen las
causas principales de morbilidad y muerte.
La diabetes mellitus tipo 1 (DM1) se presenta en personas delgadas, que
sufren de forma aguda síntomas de diabetes, y presentan cetosis y pérdida de peso
importante. Precisan la administración de insulina para sobrevivir. Suele iniciarse
antes de los treinta años, pero puede aparecer a cualquier edad. En el 90% de los
casos, presenta marcadores autoinmunes órgano-específicos, como los anticuerpos
frente a la decarboxilasa del ácido glutámico (anti-GAD), anticuerpos frente a los
islotes pancreáticos (ICA) u otros.
3.2. Tratamiento periodental y su influencia en la diabetes
Se ha intentado demostrar el efecto que tiene el tratamiento periodontal
sobre el control de la diabetes mellitus, y parece existir una buena evidencia que
sostiene esta hipótesis, ya que se han realizado estudios que muestran una mejora
tanto en los parámetros clínicos e inmunológicos de la periodontitis como en el
15| Medicina periodontal: una interrelación entre la cavidad bucal y el organismo general