ARTêCULO |
Guillermo Folch Jou, maestro de Historia de la Farmacia espa–ola
Francisco Javier Puerto Sarmiento
AcadŽmico de Nœmero de la Real Academia Nacional de Farmacia.
Recibido el 6 de julio de 2011.
e-mail: edicion@ranf.com
RESUMEN
Se hace un estudio de la figura de Guillermo Folch Jou, catedr‡tico de Historia de la Farmacia de la Universidad Complutense y acadŽmico de la Real Academia Nacional de Farmacia. |
Palabras clave: Guillermo Folch Jou; Biograf’a; Historia; AcadŽmico.
ABSTRACT
Guillermo Folch Jou: A magister biography
A study of the figure of Guillermo Folch Jou, Professor of History of the Pharmacy from the Complutense University and academician of the Royal National Academy of Pharmacy is realized. |
Key words: Guillermo Folch Jou; Biography; History; Academician.
1. introducCIîn
La Real Academia Nacional de Farmacia no tiene, entre las importantes misiones contempladas en la legislaci—n vigente, la de conservar su propia memoria institucional, ni la de sus componentes.
Sin embargo, la Historia de la Ciencia, en cierta manera, naci— a partir de las oraciones fœnebres redactadas en la Academia de Ciencias francesa, ante la desaparici—n de sus componentes.
En la Nacional de Farmacia no s—lo se celebran sesiones necrol—gicas cuando fallece alguno de sus miembros, sino que est‡ institucionalizada, desde su fundaci—n, la secci—n de Historia, a la cual, tal vez, deber’an competerle estas misiones.
Las oraciones fœnebres de la Academia francesa o las sesiones necrol—gicas de la nuestra no suelen ser excesivamente œtiles, para el historiador, por el l—gico matiz paneg’rico de las mismas y la ausencia de cualquier estructura metodol—gica las m‡s de las veces, adem‡s de la falta de su inserci—n en el ambiente hist—rico de la sociedad y la ciencia de la Žpoca.
Por eso, ahora que la Academia est‡ tan bien dotada de historiadores, tanto entre sus miembros de nœmero como correspondientes, me parece obligatorio emprender esta tarea. La comienzo con una biograf’a de mi maestro, con lo cual incurro en varios de los pecados antes denunciados: la œltima parte de la biograf’a no es objetiva, sino afectiva, aunque la obligaci—n del historiador –cree uno- no es tanto la objetividad como la honradez; al declarar mi parcialidad hacia el biografiado cumplo con la obligaci—n impuesta por la segunda de las principales caracter’sticas que debe cumplir quien a este oficio se dedique. Seguramente la de la parcialidad institucional ser‡ una caracter’stica de cuantas intentonas biogr‡ficas hagamos los acadŽmicos, al hablar de quienes antes lo fueron, aunque siempre trataremos de entibiarla mediante la objetividad.
2. Guillermo Folch Jou: los orÍgenes
Naci— en Madrid, el 19 de marzo de 1917 y muri— en la misma ciudad el 3 de enero de 1987.
Fue hijo del catedr‡tico Rafael Folch Andreu. Su padre pertenec’a a una familia modesta de Montblanch (Tarragona). Estudi— la segunda ense–anza en el Instituto de Tarragona y la carrera de farmacia en la universidad de Barcelona, simultane‡ndola con su trabajo de practicante de la farmacia de la Casa Provincial de Caridad. Tras la licenciatura, con sobresaliente y premio extraordinario, (1903) alcanz— el grado de doctor en la Universidad Central con idŽnticas calificaciones (1904). En Barcelona se le hab’a nombrado Auxiliar interino de la Facultad de Farmacia (1903). Ejerci— la profesi—n al frente de una botica en Masnou (Barcelona) (1908-1911). En 1911 regres— a Madrid y un a–o despuŽs obtuvo el puesto de Auxiliar numerario de la Facultad de Farmacia. En 1914 fue designado preparador qu’mico de la Estaci—n Agron—mica del Instituto Agr’cola Alfonso XII y al a–o siguiente gan— la oposici—n a la c‡tedra de Historia de la Farmacia y Estudio Comparativo de las Farmacopeas Vigentes, correspondiente al periodo del doctorado. As’ se convirti— en el primer catedr‡tico, profesional de la materia, en la Facultad de Farmacia madrile–a (1) .
De manera evidente, la profesi—n del padre influy— en el hijo, quien tambiŽn fue farmacŽutico y catedr‡tico de Historia de la Farmacia.
En el terreno m‡s ’ntimo, conserv— siempre la lengua catalana y el amor hacia la tierra paterna. All’, en 1981 presidi— la celebraci—n de un homenaje bilingŸe a su memoria.
3. FormaciÓn
Guillermo Folch estudi— el Bachillerato en el Instituto del Cardenal Cisneros de Madrid. Se licenci— (1941) y doctor— (1942) (2) en Farmacia, en la Universidad Complutense de Madrid, con premio extraordinario en ambos grados.
El a–o 1942 fue nombrado profesor auxiliar de la c‡tedra de Historia de la Farmacia y Estudio comparado de las Farmacopeas (3).
4. Actividades profesionales en la administraciÓn
En el mismo a–o obtuvo el puesto de becario por oposici—n en el Laboratorio Municipal de Madrid, en donde permaneci— durante dos a–os.
En 1944 ingres— por oposici—n en la Direcci—n General de Sanidad. Permaneci— all’ hasta 1958. Dentro de la Inspecci—n General de Farmacia, como inspector regional, organiz— el control e inspecci—n de la industria farmacŽutica espa–ola. Efectu— visitas de inspecci—n en toda Espa–a; de manera m‡s constante en Madrid, Barcelona, Valencia y M‡laga. Fue el encargado de redactar las normas protocolarias para las visitas de inspecci—n. TambiŽn se encarg— de organizarlas para efectuarlas de manera seriada y permanente a todos los laboratorios productores de especialidades, con recogida de muestras y control de las mismas (4).
De forma ocasional se le encarg— el control de estupefacientes en toda la naci—n, de ah’ su magn’fica relaci—n con el Cuerpo de Polic’a Nacional, en cuya escuela sol’a dar una conferencia cada a–o.
5. Actividades profesionales en la industria
En la documentaci—n relativa al encuadramiento del Sindicato Vertical de Industrias Qu’micas, aparece el 6 de febrero de 1943 el Laboratorio Promesa (Productos Medicinales, S.A.)
Ten’a el centro de producci—n en la calle Arturo Soria, 147 de Madrid y las oficinas en Alcal‡ 30. Se fund— en 1940, o acaso 1942, como una concesionaria de procedimientos de la empresa CHINOIN, situada en Ujpest (Hungr’a). El gerente era Antonio de Vargas-Machuca y la Directora TŽcnica, Petra de Prada.
Ese laboratorio fue adquirido en 1968 por Guillermo Folch. Su nombre se modific— a Productos Medicinales S.A. ÒPROMESAÓ. Adem‡s de su centro de fabricaci—n de Arturo Soria, se abri— otro en Barcelona (V’a Layetana, 159) (5). La empresa ten’a un censo obrero de veintisiete personas: dieciocho hombres y nueve mujeres; de ellos nueve tŽcnicos, siete administrativos y once dedicados a los procesos productivos.
A este peque–o laboratorio dedic— Guillermo Folch buena parte de su vida, de su actividad profesional, y mediante el mismo labr— su fortuna econ—mica. Aparte del esfuerzo personal que supondr’a para una persona sin otra familia que su esposa, hermanos y sobrinos, cabe destacar la propaganda efectuada para las especialidades del laboratorio, en donde emple— sus conocimientos hist—ricos, su afici—n a la cer‡mica farmacŽutica y su interŽs en la pintura.
A partir de esa actividad empresarial, form— parte de la Junta Directiva de Farmaindustria, la patronal del sector.
En 1968 fue elegido Presidente del Consejo General de Colegios FarmacŽuticos de Espa–a, aunque permaneci— muy poco tiempo en el cargo, sin duda imposibilitado por el cœmulo de ocupaciones; sin embargo fue Presidente de su Comisi—n Asesora Cient’fica desde 1970.
TambiŽn fue vocal de la Comisi—n cient’fica del Instituto Nacional de Previsi—n para la vigilancia del concierto con la industria farmacŽutica, con lo cual siempre anduvo entre la administraci—n sanitaria, la vigilancia de las buenas pr‡cticas industriales, la ense–anza y el empresariado.
6. Actividades universitarias
El 28 de enero de 1954 fue nombrado catedr‡tico de Historia de la Farmacia de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense, tras la correspondiente oposici—n (6) , y se le confirm— como director del Museo de la Farmacia Hispana, cuyo trabajo ven’a ejerciendo desde 1951.
En la Facultad de Farmacia fue Secretario de actas desde 1948 hasta 1952 y Secretario de la Facultad desde 1951 hasta 1952 y desde 1958 hasta 1961 (7).
Siempre fue el director del entonces Departamento de Historia de la Farmacia.
7. Actividades intelectuales
En el ‡mbito cient’fico se dedic—, con entusiasmo, acierto y profundidad, a continuar con la obra intelectual de su padre y a modernizarla metodol—gicamente. Como Žl, escribi— textos generales sobre la disciplina.
En el pr—logo a la primera edici—n de su libro sobre Historia de la Farmacia (8), Rafael Folch indica que es un texto de divulgaci—n y Žl mismo escribe que no puede considerarse como obra de consulta para eruditos. Acompa–— a la edici—n de 1951 de un gran nœmero de citas y abundante bibliograf’a, para cubrir las œnicas deficiencias que pudieran atribuirse al libro paterno. Lamentablemente en ediciones posteriores se suprimi— el aparato bibliogr‡fico (9). La sencillez del texto le hizo muy œtil para la docencia y tremendamente popular a nivel internacional. Se hizo cargo de lo referente a Espa–a en el texto de Kremers y Urdang (10) y, al final de su vida, trat— de plasmar todas sus hip—tesis de investigaci—n en un gran texto en el que intervinieron tambiŽn JosŽ Mar’a Su–Ž, JosŽ Luis Valverde, la mayor’a de los profesores de la materia de Espa–a y yo mismo como secretario de redacci—n (11). Lamentablemente no lleg— a poder corregir las pruebas de imprenta. La muerte se lo impidi—.
Se ocup— tambiŽn de la historia del medicamento en general (12), dirigi— un trabajo sobre medicamentos romanos (13); escribi— otro sobre los empleados por los ‡rabes (14); se interes— en las drogas americanas (15), en la influencia de la bot‡nica en la materia farmacŽutica durante el siglo XVI (16), se ocup— de la terapŽutica farmacol—gica durante el siglo XVII (17). En las œltimas investigaciones citadas trat— de aplicar una metodolog’a economŽtrica implicada en la historia social, que impuso tambiŽn en muchas de las tesinas y tesis dirigidas por Žl y sus colaboradores, en un estupendo intento de rejuvenecer la metodolog’a de investigaci—n en la disciplina.
TambiŽn dirigi— una Tesis sobre la aparici—n de las especialidades farmacŽuticas (18). Le interes— el an‡lisis hist—rico de la alimentaci—n (19), se ocup— en extenso de las corporaciones farmacŽuticas espa–olas (20), de las instituciones farmacŽuticas y de ense–anza de la Farmacia (21).
Dirigi— innumerables tesis, se implic— much’simo en las mismas, y entre sus alumnos nos contamos cuantos ahora nos dedicamos a estos menesteres en la Universidad Complutense.
La tesis de JosŽ de la Vega Portilla (22) inaugur— una v’a de estudios sobre la Real Botica que luego continu— Mar’a Esther Alegre (23), tambiŽn dirigida por Guillermo Folch y m‡s tarde varios disc’pulos de esta œltima. A Sagrario Mu–oz (24) le dirigi— su tesis sobre la influencia de la Inquisici—n en la ciencia moderna, tema sobre el que Žl mismo incidi— (25) y a m’ sobre alquimia (26). Angustias S‡nchez Moscoso redact— su Tesis doctoral sobre JosŽ Rodr’guez Carracido bajo su direcci—n (27) y luego fue Profesora Titular en la Facultad de Farmacia de Alcal‡ de Henares y antes hab’a dirigido a la Dra. Pilar Hinojo (28), quien luego fue catedr‡tico en la misma Facultad de Farmacia de Madrid. Una disc’pula de ella, la Dra. Rosa Basante, tambiŽn lleg— a Profesora Titular de Historia de la Farmacia y consider— siempre a Guillermo Folch como su maestro.
El estudio de la Farmacia en Navarra con Pilar Herrero, lo ampli— a Portugal, con la misma investigadora (29) y se ocup— de la Farmacia en Zaragoza (30). Le interes— tambiŽn la relaci—n entre el arte el oficio de la Farmacia y las oficinas de Farmacia espa–olas (31).
En el ‡mbito de las fuentes para la Historia de la Farmacia, dirigi— una muy œtil catalogaci—n de los manuscritos relacionados con la Historia de la Farmacia de la Biblioteca Nacional (32) y otra catalogaci—n de los libros raros, relacionados tambiŽn con la Farmacia de la misma biblioteca (33). En esa misma l’nea, adem‡s del cat‡logo del Archivo de la Real Academia Nacional de Farmacia, al que me referirŽ m‡s adelante, se ocup— del cat‡logo de los documentos del Archivo del antiguo Departamento de Historia de la Farmacia (34).
En el terreno de la biograf’a destacar’a sus trabajos sobre AndrŽs Laguna (35) y el trabajo dirigido sobre la vida y obra de Pedro GutiŽrrez Bueno (36).
En lo referente a la relaci—n entre literatura y ciencias de la salud, dirigi— otra Tesis doctoral sobre las novelas de Benito PŽrez Gald—s (37).
Por si no se considerase suficiente su labor, efectu— una importante tarea divulgadora en revistas como Farmacia Nueva de Madrid, Circular FarmacŽutica de Barcelona, Bolet’n de Informaci—n del Consejo General de Colegios de FarmacŽuticos de Espa–a, GalŽnica Acta, Acofar, Medicamenta, y El Monitor de la Farmacia y de la TerapŽutica.
De su ampl’sima actividad en la Academia Internacional de Historia de la Farmacia quedan sus publicaciones en el Bolet’n de la Oficina sanitaria Panamericana, los Anais da Facultade de Farmacia do Porto, el The British & Overseas Pharmacist, la Internationale Gesellschaft fŸr Geschischte der Pharmazie, el Veroffentlichumgen der Internationalen Gesellschsft fŸr Geschichte der Pharmazie o las Atti e Memorie DellÕAcademia Italiana di Storia della Farmacia, en donde no public— sus mejores trabajos, sino aportaciones muy puntuales pero que, junto a sus obras en castellano, le produjeron un gran renombre internacional.
8. Guillermo Folch, museÓlogo
Lo m‡s original y querido de su obra se encuentra en el ‡mbito de la museolog’a, cient’fica y farmacŽutica, no s—lo por sus trabajos sino tambiŽn por la manera en que consigui— poner en marcha uno de los mejores museos de Farmacia del mundo, sin personal ni presupuesto, s—lo superado por el de Heidelberg, que goza de local propio, personal y una fuerte dotaci—n econ—mica.
Como vimos, en 1915 Rafael Folch Andreu gan— por oposici—n la primera c‡tedra de Historia de la Farmacia implantada en la universidad espa–ola. Muy posiblemente desde entonces pens— en organizar un museo, movido por el af‡n coleccionista que el positivismo alent— entre los historiadores de las diferentes ramas cient’ficas. Hasta 1923 no fue nombrado Secretario de la Facultad de Farmacia y en esa misma fecha, en los armarios acristalados de la Secretar’a, de la Sala de Juntas y en las boardillas del edificio que hoy ocupa la Real Academia Nacional de Farmacia, comenz— a guardar cuantos instrumentos inservibles eran desechados por los laboratorios del centro. As’ pudieron conservarse piezas tan irremplazables como los utensilios de vidrio procedentes del viejo laboratorio de qu’mica del Colegio de Boticarios de Madrid, algunos de ellos heredados seguramente por AndrŽs Alc—n (1782-1850) del laboratorio de Luis JosŽ Proust (1754-1826) de la calle del Turco, alguno de sus crisoles de platino, parte del instrumental del Colegio de Farmacia de San Fernando –el primer centro en impartirse ense–anza farmacŽutica oficial (1815), despuŽs del Real Jard’n Bot‡nico madrile–o (1780)- o la placa del herbario del Colegio de Farmacia de Santiago de Compostela objetos, todos ellos, de valor intelectual y material incalculable.
Poco tiempo despuŽs entr— como Profesor Auxiliar suyo Rafael Rold‡n Guerrero (1888-1965) y ambos se empe–aron en la obra de implantar museos de Farmacia en Espa–a. Rold‡n era farmacŽutico militar, en cuyo cuerpo lleg— a General, y logr— convencer a las autoridades para montar un excelente museo en los locales anejos al Parque de Farmacia militar. Hoy en d’a mejorado, modernizado y magn’fico.
Rafael Folch, visitante asiduo del Rastro madrile–o, se hizo con una colecci—n magn’fica de cer‡mica farmacŽutica. Logr— la donaci—n o la compra de varios conjuntos excelentes. Entre ellos un botamen de cer‡mica catalana con influencia francesa, del siglo XVIII, adquirido al farmacŽutico Ferrer de Puigcerd‡ (Girona), que se conserva en las anaqueler’as de la tambiŽn catalana farmacia Gibert.
La de Gibert, antigua botica de Torredembarra (Tarragona) fue la primera farmacia importante que logr— adquirir en 1948, mediante una donaci—n de la Junta de Facultad de Farmacia de Madrid, con motivo del Primer Congreso Hispano-PortuguŽs de Farmacia.
En el a–o 1929, el farmacŽutico Aurelio Gamir (1878-ca.1942) financi— la reproducci—n de la farmacia del Hospital Tavera de Toledo, para ser expuesta en la Exposici—n Hispano-Americana de Sevilla. Una vez finalizada la muestra en 1930, la cedi— al museo de la Facultad, aunque hubo de guardarse en los desvanes por falta de espacio.
Pese a no poderlo instalar, Rafael Folch sigui— con su h‡bito coleccionista, animado por el viaje efectuado en 1934 al museo de Historia de la Farmacia de Basilea y al aliento de su fundador, el profesor de Historia de la Farmacia, Joseph Anton HŠfliger (1873-1954).
Cuando se inicia la construcci—n de la Ciudad Universitaria (1927) bajo el patrocinio de Alfonso XIII (1886-1941), Rafael Folch Andreu fue nombrado vocal de la Junta Constructora y logr— incluir en los planos de la futura Facultad, una zona para los museos de Farmacognosia, Ciencias Naturales e Historia de la Farmacia.
La contienda civil de 1936-1939, no s—lo paraliz— las obras, sino que convirti— a la ciudad universitaria en descarnado frente de batalla en la lucha por Madrid. Acabada la fraticida contienda se reconstruy— el campus y, en 1944 se traslad— la Facultad de Farmacia a su emplazamiento actual. Los museos proyectados no se llevaron a la pr‡ctica, excepto el de Historia para el cual se cedieron, no sin grandes dificultades, unos locales de 25 por 15 metros.
La visita en los a–os cincuenta de Cayetano Alc‡zar (+1958) catedr‡tico de Historia de Espa–a Moderna y Director General de Ense–anza Universitaria, hizo realidad la primera subvenci—n mediante la cual el arquitecto Garriges mont— el laboratorio alquimista con iconograf’a proporcionada por Guillermo Folch Jou.
Fue Guillermo Folch el primer director en 1951, cuando era Profesor Auxiliar de Historia. Tras la jubilaci—n de su padre, pas— a encargado de c‡tedra y sigui— en el puesto hasta su fallecimiento, ayudado siempre, de manera incondicional, por Pilar Herrero Hinojo.
La capacidad para poner en marcha un museo francamente bueno, le hizo ser admirado tanto en Espa–a como en el resto del mundo. No satisfecho con el haber materializado la ilusi—n paterna, estudi— la historia del propio Museo, su cer‡mica y sus morteros (38, 39).
A su fallecimiento sin hijos, leg— al Museo una importante colecci—n de cer‡mica farmacŽutica, el Legado Folch, formada por treinta y nueve piezas que van desde un albarelo de Manises de mediados del siglo XV, uno de Arag—n de la segunda mitad del XVI o principios del XVII y varios catalanes y talaveranos del XVIII, adem‡s de cinco morteros de bronce, valorados en unos cuarenta mil euros, en su momento. TambiŽn don— su biblioteca privada cient’fica, formada por unos cuantos centenares de textos muy especializados y algunos de gran valor.
Adem‡s estableci—, con una parte de su fortuna inmobiliaria, la Fundaci—n Rafael Folch, dedicada a perpetuar el nombre familiar. Gracias a la misma el Museo de Farmacia Hispana ha podido ser socorrido, por el Decanato de la Facultad, cuando ha necesitado efectuar alguna adquisici—n, ya que carece de presupuesto ordinario y adem‡s se han concedido muchas becas para efectuar los estudios de doctorado en Historia de la Farmacia y en otras disciplinas de la Facultad, bien dotadas durante tres anualidades.
9. Presidente de la Sociedad EspaÑola de Historia de la Farmacia
La Sociedad Espa–ola de Historia de la Farmacia y su Bolet’n fueron fundados gracias al tes—n y al entusiasmo de Rafael Rold‡n, secundado en este caso por Rafael Folch Andreu, aunque ambos se implicaron much’simo en el proyecto. Tras el fallecimiento de ambos, en marzo de 1966 Guillermo Folch fue elegido presidente de la Asociaci—n y de su —rgano de expresi—n cient’fica.
Con enorme entusiasmo aglutin— a un grupo numeroso de farmacŽuticos espa–oles y de instituciones farmacŽuticas en torno a la Historia de la Farmacia. ƒl fue el alma de la sociedad y del Bolet’n, con la ayuda de cuantos colaboramos con Žl a lo largo del tiempo.
A su muerte no hemos sabido mantener ese legado. La divisi—n auton—mica de Espa–a hizo complicada la supervivencia de una Sociedad adjetivada como espa–ola –en la actualidad s—lo existe la Sociedad catalana de Historia de la Farmacia- adem‡s el Bolet’n se convirti— en centro de conflicto en las confrontaciones universitarias, ocasionadas siempre por el intento de perpetuarse en los puestos acadŽmicos mediante las oposiciones y as’, algo que hab’a sido creado para la profesi—n farmacŽutica se transform— en un mecanismo de conflicto ni siquiera intelectual, meramente funcionarial.
Ser’a el momento, creo yo, de volver a hacer renacer la Sociedad de Historia de la Farmacia, pero la dificultad estriba en aunar o disociar definitivamente la visi—n inicial de farmacŽuticos amantes de la historia de su profesi—n o intelectuales o cient’ficos deseosos de dar a conocer su ciencia con todos los requerimientos cient’ficos imprescindibles. Actualmente no parece tan dif’cil, si hubiera interŽs, ya que la mayor’a de los docentes de Historia de la Farmacia se aœnan en la Sociedad Espa–ola de Docentes Universitarios de Historia de la Farmacia, tienen sus propias reuniones y podr’an organizar sus mecanismos de difusi—n cient’fica.
10. Autor de textos sobre legislaciÓn y deontologÍa
Guillermo Folch fue un muse—logo y un historiador, pero se sinti— fundamentalmente farmacŽutico y, como hemos visto, particip— en la profesi—n desde mœltiples ‡mbitos.
Cuando se igualaron legalmente las materias Historia de la Farmacia y la Legislaci—n farmacŽutica, de una manera surrealista, como suele suceder con la legislaci—n espa–ola no s—lo universitaria, aunque a rega–adientes, Guillermo Folch comenz— a impartir clases de Legislaci—n farmacŽutica.
No hay cosa m‡s ‡rida que la legislaci—n de lo que sea. No me refiero al Derecho, si no a la legislaci—n; la repetici—n de Leyes, Decretos, —rdenes y dem‡s zarandajas, no estaba hecha para Guillermo Folch, por eso inundaba sus clases de opiniones personales y de deontolog’a profesional. ƒl hablaba de c—mo se organizaba la profesi—n e, inmediatamente, de c—mo pensaba deb’a organizarse en realidad. Por eso se interes— tanto en la deontolog’a farmacŽutica y lleg— a ser en este ‡mbito tambiŽn un tratadista respetado (40).
11. Miembro de la Real Academia de Farmacia y de otras instituciones cientÍficas
La excelencia de su labor investigadora se reconoci— con dos premios de la Real Academia Nacional de Farmacia (41), a la que perteneci— como miembro de nœmero desde el a–o 1969 (42) y en donde destaca su labor en la catalogaci—n de los fondos de su archivo (43) y diversos trabajos, ya citados, sobre la implicaci—n de su instituci—n antecesora, el Colegio de Boticarios de Madrid, en el an‡lisis de medicamentos o en la ense–anza farmacŽutica. Pronunci— el discurso de apertura del curso 1971-1972 (44) y colabor— de forma muy din‡mica en sus sesiones y en los Anales.
TambiŽn fue miembro de la Academia Internacional de Historia de la Farmacia; la presidi— durante cinco a–os (1969-1974).
Fue acadŽmico correspondiente de la Real Academia de Farmacia de Barcelona; miembro correspondiente de la Sociedad de Historia de la Farmacia de Francia; Socio de Honor de la Academia de Historia de la Farmacia del Perœ; miembro de honor de la Academia de Historia de la Farmacia del Brasil; colegiado de honor del Nobili Collegio Qu’mico-FarmacŽutico de Roma; miembro de la Academia de Historia de la Farmacia Italiana; miembro de honor de la Associazione Italiana di Storia Della Farmacia; miembro de honor del C’rculo Benelux de Historia de la Farmacia.
12. Premios y distinciones
Obtuvo el Premio Conci, del Colegio de FarmacŽuticos de Roma, el Lauro Palatino de la Academia Italiana di Storia Della Farmacia, la medalla Schelenz para historiadores de la Farmacia y la medalla Urdang otorgada por el Instituto Americano para la Historia de la Farmacia.
13. La visiÓn subjetiva
Guillermo Folch fue mi maestro y a los maestros, como a los padres o se les quiere o se les destrona. El m’o es el primer caso.
Don Guillermo era un hombre enjuto, no demasiado alto, con gafas, grandes y sarmentosas manos y un car‡cter nervioso e impaciente que, a veces, le hac’a desbarrar en ataques de ira de intensidad variable, aunque de escaso recorrido. Jam‡s hizo de sus enfados con amigos, colaboradores o alumnos cuesti—n de rencor. Estallaba y recobraba la calma con la misma facilidad de una tormenta veraniega. Cuando le conoc’ estaba enferma su primera mujer, Carmina, y tras su muerte se cas— con Mar’a JosŽ Rodr’guez Velasco, su actual viuda. No tuvo descendencia.
A Folch Jou le gustaba y disfrutaba de la vida.
Era aficionado a la comida buena aunque su austeridad vital le imped’a la glotoner’a. Beb’a moderadamente pero no perdonaba su gŸisqui con almendras saladas de la tarde y fumaba de manera absolutamente inmoderada, m‡s aœn que quien esto escribe, todo lo que cayera en sus manos y pudiera ser convertido en humo, aunque siempre tabaco: pitillos, puros o pipa. Le gustaban y pod’a permitirse los coches buenos y r‡pidos –aunque se cre’a mejor conductor de lo que era- los barcos grandes, desde donde pescaba y se relajaba todos los veranos en Marbella primero y en J‡vea despuŽs y los perros peque–os. Le entreten’a (poco) el golf y mucho la pintura (45), la literatura y, sobre todo, la fotograf’a. Segœn pude deducir, las relaciones con su padre no fueron excesivamente templadas, lo cual, probablemente le impuls— a demostrar y demostrarse su val’a, no s—lo en el ‡mbito acadŽmico, tambiŽn en el administrativo y empresarial. Al final no s—lo le hizo un gran homenaje con exposici—n de la totalidad de su obra escrita, en el cual colaborŽ muy activamente, sino que instaur— la medalla Rafael Folch, para premiar a los historiadores de la Farmacia destacados y, como he se–alado la Fundaci—n Rafael Folch. La reconciliaci—n con su figura fue total y hermos’sima. Cuando yo le conoc’ hab’a menguado mucho su actividad empresarial, que ces— al poco tiempo, y ten’a una dedicaci—n exhaustiva al Museo y a la investigaci—n hist—rica. En el Departamento hab’a establecido la costumbre del cafŽ diario, en donde se hablaba de todo, tambiŽn de Historia y ten’a una especial devoci—n a su Museo, a su Real Academia y a un grupo de amigos reunidos en la llamada pe–a de los veinte, que todav’a seguimos reuniŽndonos (yo entrŽ mucho despuŽs de su fallecimiento).
Se presentaba ante los dem‡s –si ten’an el suficiente grado de intimidad- como un luchador y un hombre hecho a s’ mismo. De manera vaga, entrev’ que lo pas— muy mal durante la Guerra Civil, estuvo a punto de morir por una disenter’a sangrante y algo debi— ayudarle –como a tantos otros- la CNT a quien siempre le guard— profundo afecto. En algœn momento se declar— anarquista ante la estupefacci—n y el jolgorio –porquŽ no escribirlo- de los alumnos que no pod’an entrever en un hombre escrupulosamente bien vestido, con un traje y una corbata diferente cada d’a, a uno de los anarquistas perseguidos por el RŽgimen. Sin embargo algo de libŽrrimo hab’a en ese hombre capaz de la tolerancia durante el franquismo y de asimilar cuantas novedades metodol—gicas se le propon’an, sin excesivas reticencias. Respetaba el trabajo y la inteligencia intelectual y esa actitud no resultaba frecuente en la universidad franquista. Ten’a especial predilecci—n por el trabajo de su padre, de Pedro La’n y de JosŽ Mar’a L—pez Pi–ero. Predilecciones heredadas por quien esto escribe y a las que he a–adido algunas otras. TambiŽn era cat—lico, aunque ni mucho menos beato y trataba de afrontar la vida –y la muerte- con la entereza de un hombre cabal. Poco antes de su œltima operaci—n, cuando yo ya era catedr‡tico, me espet—: ya ves Javier. Esta tarde me operan. Si sale con barbas San Ant—n y si no la Pur’sima Concepci—n. Fue que no.
Creo que se alegr— con mi oposici—n, en la cual me ayud— cuanto le fue posible pues nunca hab’a olvidado la suya y consideraba imprescindible la continuaci—n de la Historia en la Facultad de Farmacia. A ese respecto me oblig— a ocupar su despacho, antes de su padre, y me regal— la medalla de catedr‡tico que hab’a usado Rafael Folch y Žl mismo, la que ahora luzco cuando, de tanto en tanto, me veo obligado a vestir traje acadŽmico.
A Guillermo Folch le obligaron a jubilarse antes de tiempo, cuando cumpli— los sesenta y cinco a–os. En el Departamento de Historia, ya transformado en una unidad del Departamento de Farmacia y Tecnolog’a, hubiŽsemos querido que se quedara como emŽrito o, si eso no fuera posible –al principio no lo fue- como director del Museo. La muerte se lo impidi— y herido de muerte fue a Barcelona a una tesis a despedirse de sus amigos y asisti— a mi dur’sima oposici—n. Su œnica falta, pienso yo ahora, fue morirse demasiado pronto y lo pienso de manera interesada. Era yo, Žramos entonces, demasiado j—venes y sin su presencia se fue al garete la Sociedad Espa–ola de Historia de la Farmacia y cost— mucho modernizar el Museo y seguir con las actividades en la Real Academia. Con Žl las cosas hubieran sido m‡s f‡ciles. Aœn ahora, algunos profesores le a–oramos (46).
14. REFERENCIAS Y NOTAS DEL AUTOR
1. Rafael Rold‡n Guerrero, Diccionario Biogr‡fico y Bibliogr‡fico de autores farmacŽuticos espa–oles, Madrid: imprenta del P.H.O.E, 1975, T. II, p‡g. 237-249 y varios trabajos en Guillermo Folch Jou y Javier Puerto (coord.) Medicamento, Historia y Sociedad, Madrid: Universidad Complutense de Madrid, 1982.
2. Guillermo Folch Jou, El tŽ y su infusi—n: tesis doctoral, Madrid: Universidad Central, Facultad de Farmacia, 1942 (Tesis inŽdita).
3. El 26 de octubre de 1942 se le nombr— para cubrir la vacante producida por el cese en el mismo puesto de D. Rafael Rold‡n Guerrero (Archivo de la Universidad Complutense, AUC.).
4. Fruto de este trabajo ser’an sus publicaciones: Nazario D’az L—pez; Guillermo Folch Jou, Francisco de P. Sala, Manera de organizar los aprovisionamientos sanitarios, Ponencia presentada en la II reuni—n nacional de sanitarios espa–oles, Madrid: Imprenta S‡ez, 1947; Guillermo Folch, El an‡lisis del cacao espa–ol, Bilbao: Sindicato Vertical de Industrial Qu’micas, 1946; Guillermo Folch, Estudio de las caracter’sticas anal’ticas de las sales am—nicas de los derivados sulfonados de hidrocarburos, conocidos con el nombre de sulfotumen—lidos, sulfoti—licos, tiosulf—nicos, etc, Anales de la Real Academia de Farmacia, 1944, 6, p‡g. 835-865; Nazario D’az L—pez; Guillermo Folch Jou, Gu’a para el farmacŽutico con oficina de Farmacia, Madrid: Direcci—n General de Sanidad. Inspecci—n General de Farmacia, 1957 y m‡s tard’amente, Guillermo Folch Jou, Mar’a Asunci—n Ruiz Gonz‡lez-Miranda, Labor sanitaria farmacŽutica: ponencia presentada a las I jornadas FarmacŽuticas Hispano-Argentinas, Madrid: {s.n.} 1971.
5. Archivo General de la Administraci—n. Sindicatos. Encuadramientos de laboratorios farmacŽuticos. Esta informaci—n me ha sido cedida generosamente por el Prof. Dr. Raœl Rodr’guez Nozal a quien manifiesto mi agradecimiento.
6. Su primera lecci—n vers— sobre Los farmacŽuticos en la qu’mica: primera lecci—n deÉMadrid: Inspecci—n General de Farmacia, 1954. El 20 de septiembre pronunci— la conferencia de apertura de la Asamblea de la Academia Internacional de Historia de la Farmacia, celebrada en Roma. AUCM.
7. Renunci— el 20 de abril de 1961 (AUCM).
8. Guillermo Folch Jou, pr—logo de Rafael Folch Andreu, Historia de la Farmacia, Madrid: Afrodisio Aguado, 1951.
9. Guillermo Folch Jou, Historia de la Farmacia, Madrid: Patronato de HuŽrfanos de Oficiales del EjŽrcito, 1957 y Madrid: Gr‡ficas Alonso, 1972.
10. Edgard Kremers and Georde Urdang, History of pharmacy: a guide and survey, Philadelphia: J.B. Lippincott, 1951.
11. Guillermo Folch Jou, JosŽ Mar’a Su–Ž, JosŽ Luis Valverde, Javier Puerto, Historia General de la Farmacia: el medicamento a travŽs del tiempo, Madrid: ed. Sol, 1986.
12. Guillermo Folch Jou, Javier Puerto, El FarmacŽutico en la Historia y en la Sociedad. En Historia del Medicamento. (Dirigido por Diego Gracia y Guillermo Folch). Ed.Doyma S.A. Barcelona 1984. p. 201‑217. y Ciencia y arte de la Farmacia. En Historia del Medicamento (Dirigido por Diego Gracia y Guillermo Folch). Ed. Doyma S.A. Barcelona 1984. p. 219‑235.
13. Juan Castillo Orugas, Los colirios con —xido de cin: su historia, fundamento y relato de las f—rmulas m‡s notables Madrid: Universidad Complutense (Tesis doctoral inŽdita), 1963 dirigida por Guillermo Folch Jou.
14. Guillermo Folch Jou, Medicamentos empleados por los ‡rabes y su posible influencia en la introducci—n de la qu’mica en la Farmacia, Asclepio, 1978-79, vol. 30-31, p‡g. 177-186
15. Guillermo Folch Jou, Pilar Herrero Hinojo, Contribuci—n de los espa–oles al conocimiento y divulgaci—n de la materia mŽdica americana, Asclepio, 1957, vol. 9, p‡g. 173-181, Guillermo Folch Jou, Las drogas en la obra de Fray Agust’n Farf‡n, Asclepio, 1957, vol. 9, p‡g. 165-172; Nancy Alexis Chavez Vel‡squez, La materia mŽdica en el incanato, Madrid: Facultad de Farmacia UCM, 1977, Tesis doctoral dirigida por Guillermo Folch Jou y Mar’a del Carmen FrancŽs CausapŽ, publicada Nancy A. Chaves, La Materia MŽdica en el incanato, Lima: Mej’a Baca, 1977.
16. Guillermo Folch, Los mŽdicos, la bot‡nica y la materia farmacŽutica en Espa–a durante la decimosexta centuria, Asclepio, 1966-67, vol. 18-19, p‡g. 141-155.
17. Guillermo Folch Jou, Sagrario Mu–oz Calvo, La casa del duque de Gand’a. Medicamentos servidos en el siglo XVII, Anales de la Real Academia de Farmacia,1977, XLIII, n¼ 2, p‡g.189-204; Estudio socio-econ—mico del medicamento en la Espa–a del siglo XVII, Anales de la Real Academia de Farmacia, 1979, XLV, n¼3, p‡g. 379-437.
18. Mar’a del Carmen FrancŽs CausapŽ, Contribuci—n al estudio hist—rico de la especialidad farmacŽutica en Espa–a, Madrid: Universidad Complutense, 1973, dirigida por Guillermo Folch Jou, Mar’a del Carmen FrancŽs CausapŽ Estudio hist—rico de la especialidad farmacŽutica en Espa–a: Tesis doctoral, Madrid: Facultad de Farmacia, 1975.
19. Guillermo Folch Jou, La bromatolog’a en el siglo XVI, Anales de la Real Academia de Farmacia, 1973, vol. 39, n¼ 4, p‡g. 385-400; Matilde Santamar’a Arma’z La alimentaci—n de los espa–oles bajo el reinado de los Austrias, Madrid: Universidad Complutense, Facultad de Farmacia, 1987, Tesis doctoral dirigida por Guillermo Folch Jou.
20. Guillermo Folch Jou, Leopoldo Urqu’a y Malo, El colegio de San Cosme y San Dami‡n de mŽdicos, cirujanos y apotecarios de Calatayud, Asclepio, 1953, vol. 5, p‡g. 215-227; Guillermo Folch Jou, Javier Puerto, Origen y evoluci—n de las corporaciones farmacŽuticas espa–olas, Atti e memorie della Academia Italiana di Storia della Farmacia. 1984 (2) 1‑19.
21. Guillermo Folch Jou, El Real Colegio de Farmacia de San Fernando. Discurso le’do en la solemne sesi—n inaugural del curso 1976-77. el d’a 20 de enero de 1977, Madrid: Instituto de Espa–a, Real Academia de Farmacia, 1977; Misi—n anal’tica del Real Colegio de Farmacia de San Fernando: (una faceta desconocida de esta Corporaci—n en los primeros a–os de su existencia) Anales de la Real Academia de Farmacia, 1949, n¼ 6 p‡g. 729-754; Sagrario Mu–oz Calvo, Guillermo Folch Jou, Los estudios de Farmacia en el Madrid de Isabel II, Anales de la Real Academia de Farmacia 1984, n¼ 40, p‡g. 283-298; JosŽ Luis G—mez Caama–o, Guillermo Folch Jou, Historia del Real Colegio de Farmacia de San Victoriano, Madrid: Talleres Dalmau, 1958. Dirigi— la tesis de Gloria Mar’a Tom‡s Garrido, Historia de la Facultad de Farmacia de Madrid (1845-1945): contribuci—n a su estudio, Madrid: UCM, Facultad de Farmacia, 1974, inŽdita aunque muy consultada y œtil.
22. JosŽ de la Vega Portilla, La Botica Real durante la dinast’a Austriaca, Madrid: Marsiega, 1946.
23. Mar’a Esther Alegre PŽrez, Veinticinco a–os en la Real Botica (1783-1808), Madrid: Universidad Complutense, 1976 (Tesis inŽdita dirigida por Guillermo Folch).
24. Sagrario Mu–oz Calvo, Influencia de la Inquisici—n sobre diversos aspectos de la medicina y farmacia en Espa–a, Madrid: Universidad Complutense, Facultad de Filosof’a y Letras, 1974, dirigida por Guillermo Folch Jou, publicado Sagrario Mu–oz Calvo, Inquisici—n y ciencia en la Espa–a moderna, Madrid: editora Nacional, 1977.
25. Guillermo Folch Jou, Augusta Mar’a Gil Esparza, La inquisici—n y el curanderismo en Canarias durante el siglo XVIII: estudio de un expediente de 1725, Anales de la Real Academia de Farmacia, 1971, VI. XXXVII, n¼ 1, p‡g. 71-85.
26. Javier Puerto, La Alquimia en la Espa–a del siglo XVII, a travŽs de un manuscrito existente en la Biblioteca Nacional de Madrid, Madrid: UCM, Facultad de Farmacia, 1978. En el cat‡logo de la UCM figura como director Guillermo Folch, que en realidad lo fue, aunque administrativamente la tesis se atribuy— a Sagrario Mu–oz.
27. Angustias S‡nchez Moscoso, JosŽ Rodr’guez Carracido, Madrid: UCM, Facultad de Farmacia, 1968.
28. Pilar Hinojo, Contribuci—n al estudio de la Farmacia en Navarra, Madrid: UCM, Facultad de Farmacia, 1952; editada por Gr‡ficas Diana. TambiŽn dirigi— la Tesis doctoral de JosŽ Mar’a Gonz‡lez de la Riva, Aportaci—n al estudio hist—rico de la Farmacia en Navarra, Madrid: UCM, Facultad de Farmacia, 1961.
29. Guillermo Folch Jou, Pilar Herrero Hinojo, La Farmacia en Portugal segœn su legislaci—n, Medicamenta, 1970, tomo 36, n¼ 271.
30. Guillermo Folch Jou, Mar’a Pilar Mill‡n Guitarte, La Farmacia en Zaragoza a travŽs del tiempo, Madrid: Colegio Oficial de FarmacŽuticos de Zaragoza/ Departamento de Historia de la Farmacia de la Facultad de Farmacia UCM, 1985, cuyo contenido correspond’a a la Tesis doctoral de Mar’a Pilar Mill‡n.
31. Guillermo Folch Jou, Farmacia y arte, textos y pr—logo de G. Folch; grabados de Miguel çngel Lombard’a, Oviedo: 1983; Farmacias de Espa–a: breve historia de la Farmacia en Espa–a, (fotograf’as de Luis Agromayor), Barcelona: Lunwerg, 1986.
32. Mar’a del Pilar Hitos Natera, êndice de los manuscritos existentes en la Biblioteca Nacional de Madrid de interŽs a la Historia de la Farmacia y ciencias afines con breves comentarios de su contenido, Madrid: UCM, Facultad de Farmacia, 1967, publicado en 1970 por el Bolet’n de la Sociedad Espa–ola de Historia de la Farmacia.
33. Manuel L—pez Le—n, Catalogaci—n de libros raros relacionados con la Farmacia de la Biblioteca Nacional, Madrid: UCM, Facultad de Farmacia, 1975.
34. Guillermo Folch Jou, Sagrario Mu–oz Calvo, Victoria Nœ–ez Varela, Cat‡logo de los documentos conservados en el Archivo del Departamento de Historia de la Farmacia y Legislaci—n FarmacŽutica de la Facultad de Farmacia de Madrid, Madrid: Publicaciones del Departamento de Historia de la Farmacia, 1982.
35. Varios autores, IV centenario del Doctor Laguna, Segovia: Instituto Diego de Colmenares, 1959, reeditado en Salamanca: Junta de Castilla y Le—n, 1990 (es la reimpresi—n ’ntegra del tomo XII (nœmeros 34 y 35) de la revista Estudios segovianos, en el que public— el homenaje del IV centenario, con un pr—logo de Luis S‡nchez Granjel. Colabor— en una edici—n de la Materia Medicinal de Pedacio Diosc—rides, en la traducci—n de AndrŽs Laguna, junto a Otto Mazal y Agust’n Albarrac’n, Madrid: Ediciones de Arte y bibliofilia, 1983.
36. Paula Carrasco Jarabe, Vida y obra de Pedro GutiŽrrez Bueno, Madrid: UCM, Facultad de Farmacia, 1961, Tesis doctoral inŽdita.
37. Mar’a Luisa Vozmediano Hidalgo, Ciencias mŽdicas a travŽs de las novelas de Don Benito PŽrez Gald—s, Madrid: UCM., Facultad de Farmacia, 1981.
38. Guillermo Folch Jou, Museo de la Farmacia Hispana. Instalado en la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, Acofar, 1972, n¼ 80, p‡gs. 25-47.
39. Guillermo Folch Jou, Museo de la Farmacia Hispana, cat‡logo de los botes de Farmacia, Bolet’n de la Sociedad Espa–ola de Historia de la Farmacia (BSEHF), 1966, n¼ 66, p‡gs. 51-77. Guillermo Folch Jou, Museo de la Farmacia Hispana; cat‡logo de los morteros, BSEHF 1966, N¼ 68, p‡gs. 147-159.
Sobre el Museo vŽase tambiŽn, Javier Puerto, El museo de la Farmacia Hispana. OFFARM, 2008, Vol. 27, extraordinario 1, p‡g. 112-117 y www.ucm.es/info/mhfarhis
40. Guillermo Folch Jou (dir.) FarmacŽutico y Sociedad; Madrid: Laboratorios Beecham, 1982 y sobre todo Guillermo Folch Jou, Deberes y responsabilidades del farmacŽutico: deontolog’a farmacŽutica, Madrid: publicaciones del Consejo General de FarmacŽuticos, 1979.
41. Premio Chemia (1944) y Premio Jer—nimo JimŽnez Salinas (1948).
42. Su discurso de ingreso fue Del opio a los modernos alucin—genos: discurso de Ingreso en la Real Academia de Farmacia; contestaci—n de Leonardo GutiŽrrez Colomer, Madrid: Real Academia de Farmacia, 1969.
43. Guillermo Folch Jou, Sagrario Mu–oz Calvo, Cat‡logo de los documentos conservados en el archivo de la Real Academia de Farmacia, Madrid: Real Academia de Farmacia, 1978.
44. Guillermo Folch Jou, Los medicamentos ayer y hoy: discurso le’do en la solemne sesi—n inaugural del curso 1971-1972, Madrid: Real Academia de Farmacia, 1972.
45. Uno de sus cuadros se conserva en la Real Academia Nacional de Farmacia, Carmen FrancŽs, Mar’a Isabel Larena, La obra pict—rica de los acadŽmicos, en relaci—n con la farmacia, en la Real Academia de Farmacia, Actas-Congressus Historiae Pharmaciae, 2001, aunque Žl mismo no le daba ninguna importancia a su entretenimiento y lo consideraba una mera manera de sosegar los nervios.
46. Sobre Žl s—lo hay una biograf’a temprana de Rafael Rold‡n Guerrero, Diccionario Biogr‡fico y Bibliogr‡fico de autores farmacŽuticos espa–oles, Madrid: imprenta del P.H.O.E. 1975; un ÒHomenaje al Dr. D. Guillermo Folch JouÓ Bolet’n de la Sociedad Espa–ola de Historia de la Farmacia, a–o XXXVIII, n¼ 149-150 y dos libros de homenaje en donde no se habla de su biograf’a, Javier Puerto (coordinador) Farmacia e Industrializaci—n, Madrid: Consejo General de Colegios Oficiales de FarmacŽuticos; Cofares; Farmaindustria y la Sociedad Espa–ola de Historia de la Farmacia, 1985 y Sociedad Espa–ola de Historia de la Farmacia (reuni—n de 1982) Homenaje al profesor Guillermo Folch Jou: comunicaciones presentadas a la reuni—n de la Sociedad Espa–ola de Historia de la Farmacia con motivo de la concesi—n de la medalla Schelenz al doctor Guillermo Folch, Madrid: Sociedad Espa–ola de Historia de la Farmacia, 1983.
15. GALERêA DE FOTOS
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Figura 1.- Guillermo Folch con toga acadŽmica. |
Figura 2.- Guillermo Folch Jou. Congresso Internazionale di Storia della Farmacia. 525 a–os de la fundaci—n del ÒCollegio Farmaceutico RomanoÓ. 6-9-1954. |
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Figura 3- Entrega de la medalla de acadŽmico de la Federazione Ordini Farmacisti Italiani al profesor Guillermo Folch. Congresso Internazionale di Storia della Farmacia. 525 a–os de la fundaci—n del ÒCollegio Farmaceutico RomanoÓ. 6-9-1954. |
Figura 4.- Entrega del diploma de acadŽmico de la Federazione Ordini Farmacisti Italiani al profesor Guillermo Folch. Congresso Internazionale di Storia della Farmacia. 525 a–os de la fundaci—n del ÒCollegio Farmaceutico RomanoÓ. 6-9-1954. |
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Figura 5.- Guillermo Folch pronunciando el discurso de ingreso como acadŽmico de la Federazione Ordini Farmacisti Italiani. Congresso Internazionale di Storia della Farmacia. 525 a–os de la fundaci—n del ÒCollegio Farmaceutico RomanoÓ. 6-9-1954. |
Figura 6.- Guillermo Folch pronunciando el discurso de ingreso como acadŽmico de la Federazione Ordini Farmacisti Italiani. Congresso Internazionale di Storia della Farmacia. 525 a–os de la fundaci—n del ÒCollegio Farmaceutico RomanoÓ. 6-9-1954. |
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Figura 7.- Inauguraci—n de la instalaci—n para obtener digitalina, 1957. Guillermo Folch, Eva Mart’nez, Nazario D’ez, Berenguer Beneito. |
Figura 8.- Toma de posesi—n como Presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de FarmacŽuticos de Espa–a: 30 de enero de 1967. |
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Figura 9.- Firma del convenio entre el Consejo General de Colegios Oficiales de FarmacŽuticos de Espa–a y el Instituto Nacional de Previsi—n. Madrid, 28 de junio de 1967. |
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Figura10.- Primera lecci—n de c‡tedra de Guillermo Folch Jou. Enero de 1954. De derecha a izquierda: el profesor Antonio Doadrio; Guillermo Folch; un personaje no identificado y el profesor Abad. |
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Figura 11.- Conferencia del profesor Folch Jou en Logro–o en el a–o 1969. |
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Figura 12- Congreso Internacional de Historia de la Farmacia en Par’s. Octubre de 1973. El profesor Folch Jou es el cuarto por la derecha; a su lado una persona desconocida en segundo plano. En primero, la profesora Sagrario Mu–oz, el profesor JosŽ Mar’a Su–Ž y la doctora Mar’a del Carmen FrancŽs. El œltimo de la izquierda es el doctor Ram—n Jordi. |
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Figura 13- Semana farmacŽutica de Historia de la Farmacia en Huelva. Mayo de 1972. |
Figura 14- Semana farmacŽutica de Historia de la Farmacia en Huelva. Mayo de 1972. De izquierda a derecha: Doctor Mariano Turiel; Doctora Mar’a Ester Alegre; dos personajes desconocidos en primer y segundo plano; doctor JosŽ Luis Valverde con su esposa; la primera esposa del doctor Guillermo Folch y Žl mismo. |
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Figura 15.- Semana farmacŽutica de Historia de la Farmacia en Huelva. Mayo de 1972. |
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Figura 16.- El profesor Guillermo Folch recibiendo el ÒTrifolium campestreÓ condecoraci—n humor’stica concedida por los alumnos, en presencia del doctor Antonio Doadrio. |
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Figura 17.- El profesor Guillermo Folch recibiendo el ÒTrifolium campestreÓ de manos de su anterior recipientario, el profesor çngel Hoyos de Castro. |
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Figura 18.- Concesi—n de la medalla de oro de la Facultad de Farmacia en presencia del Doctor Antonio Doadrio y Santos Ruiz. 1981. |
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Figura 19.- Concesi—n de la medalla de oro de la Facultad de Farmacia en presencia del Doctor Antonio Doadrio y Santos Ruiz. 1981. |
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Figura 20.- Visita al museo de profesores orientales. |
Figura 21.- Una de las fotograf’as preferidas del profesor Guillermo Folch Jou tomada durante una conferencia en C‡diz. |
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Figura 22.- De izquierda a derecha y de arriba abajo: medalla de oro de la Facultad de Farmacia de la UCM; insignia de plata de la UCM; regalo efectuado en Mil‡n; medalla de oro de la UCM. |
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Figura 23.- De izquierda a derecha y de arriba abajo; Lauri del Palatino, 1965. Pisa, octubre, 1965; Medalla Herm Schelenz; Medalla de la ciudad de Par’s 1973; Medalla George Urdang, 1983. |
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Figura 24- De izquierda a derecha y de arriba abajo; Medalla Academia Internacional de Historia de la Farmacia; medalla de Colegial honorario del Collegium Aromatariorum; T’tulo de concesi—n de la medalla de honor de la UCM a t’tulo p—stumo, firmado 28 de enero de 1991; placa concedida por el Colegio Oficial de FarmacŽuticos de Madrid, marzo de 1986. |
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Figura 25.- Algunas de las piezas donadas por Guillermo Folch al Museo de la Farmacia Hispana. |
